En zonas de alta peligrosidad sísmica de Argentina existen estructuras antiguas que podrían tener un bajo desempeño frente a la acción de terremotos. Este nivel de respuesta podría implicar daño en la estructura, daño en elementos no estructurales, impedimento para que la edificación siga cumpliendo sus funciones o, lo que es peor, afectación a las personas.

A efectos de mejorar el nivel de desempeño de las construcciones frente a sismos, se han desarrollado en el mundo diversos sistemas de protección, entre los que se encuentran los sistemas de aislamiento y los sistemas de disipación pasiva de energía.

Los sistemas mencionados tienen también en Latinoamérica una difusión importante, principalmente en México, Chile, Perú, Colombia y Ecuador. Además, en varios de los países mencionados han surgido empresas que fabrican y comercializan esos dispositivos.

En Argentina, en cambio, estos sistemas de control no han tenido gran difusión. Aunque grupos de investigación en distintas universidades del país trabajan en esta área. En particular, en las regionales mendocinas de la Universidad Tecnológica Nacional hemos desarrollado un prototipo de barras de pandeo restringido (una clase de disipador de energía), y un procedimiento de diseño para reforzar estructuras con estos dispositivos.

Estimamos que para lograr la implementación y difusión de estas tecnologías en el país es necesaria la interacción de la universidad con empresas. En el trabajo describimos los sistemas de protección en general, los de disipación pasiva en particular, el desarrollo alcanzado en la Universidad Tecnológica Nacional, e indicamos una primera aproximación de la necesaria intervención de las empresas.

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